domingo, 23 de febrero de 2014

Maratón de Sevilla 2014

Esto de los maratones me gusta, y sobre todo el de Sevilla, como me coge cerca me gusta asistir y en esta ocasión me quedé sin dorsal, resulta que se acabaron tres meses antes de la fecha del evento, toda una locura, 9000 personas se apuntaron y solo me quedaba que alguien me cediera uno aunque corriera con otro nombre, la cosa es participar.
Es la séptima vez que voy y he visto evolucionar esta carrera, este año se ha celebrado el 30º aniversario y se ha convertido en un "monstruo" tanto para bueno como para malo. Se han mejorado cosas pero otras están "fallando".
Una cosa que ha mejorado es la entrega de los dorsales, que se ha trasladado al FIBES, la feria de muestras de Sevilla, donde también se celebra las comidas que son multitudinarias, tanto antes como después de la carrera.
La organización se ha transformado para que todo se pueda vender, hay de todo y para todos.

En la feria otras ciudades venden sus carreras, ofrecen sorteos de inscripciones para "enganchar" a posibles participantes.

Por supuesto saludé a muchos conocidos, algunos asisten como corredores y otros que han convertido su afición en una manera de ganarse la vida y que estaban allí ofreciendo todos sus conocimientos, como mi amigo Poty que lo inmortalicé en esta foto.
Otras marcas y productos relacionados con este mundo intentaban llamar la atención con todo tipo de merchandasing.


La salida ha sido igual que el año pasado, fuera del estadio, no cabemos dentro, y este año nos han compartimentado por tiempos cosa que está muy bien pues nos molestamos unos a otros si no lo hacen.
Yo me puse cerca del guía de las 3:30, que era Pablo Castillo, un colega muy competente que iba sobrado y con un ritmo muy bueno. Me puse junto a él a probar, y es que la preparación  que llevaba era bastante floja y aguanté bastante bien hasta el kilómetro 24 donde un calambre en el pie derecho me hizo ver las estrellas, no sabía que hacer, en alguna ocasión me ha ocurrido cuando corro y lo he solucionadocaminando descalzo, aquí no tenía opciones, estaba cerca del estadio del Betis y de todas formas tenía que ir hasta el estadio, me daba lástima perder la carrera y tener encima que ir "hasta allí", y tras pensarlo me descalcé y me puse a correr, inmediatamente se me quitó el calambre y me encontré mejor, pero descalzo tenía que ir mas pendiente de lo que piso.
Tras 18 kilómetros llegué al estadio un poco dolorido por ir descalzo pero muy satisfecho por haber resuelto un posible fracaso y me quedé en 3h41min, bastante mas que aceptable para la preparación que llevaba.

Hay que destacar que la organización ha fallado en los avituallamientos, somos muchos y había momentos que no podíamos acercarnos, tienen que mejorar y una de las soluciones sería ponerlos en ambos lados de la calle. También han fallado las salidas de los aparcamientos alrededor del estadio, se han bloqueado porque no han previsto una salida que no cruce el itinerario de la carrera y ha obligado a que los coches esperen a que termine la prueba, un desastre.
Creo que el Maratón de Sevilla es un gran acontecimiento que no debe “degenerarse”, espero que la organización siga manteniendo el espíritu con el que nació y haga un poco de autocrítica.

sábado, 1 de febrero de 2014

Redescubriendo Cádiz.

Aunque se viva en Algeciras y la distancia a nuestra capital de provincia sea de poco más de 120km para la mayoría la distancia "mental" es mayor, no somos una provincia alrededor de una capital, somos muy diferentes y eso hace de nuestra provincia una tierra muy atractiva, una diversidad que se nota en cada rincón.

Tuve la suerte de vivir en Cádiz cumpliendo el servicio militar y esto me dio la oportunidad de conocer muchos rincones de esta maravillosa ciudad, rincones que pasan desapercibidos si no se dedica uno a observar, escuchar y a disfrutar del paseo. La historia de esta ciudad es compleja y rica, triste y alegre, se ve a cada paso, y después de aquella estancia he encontrado una ciudad muy cambiada, a mejor, impresionantemente a mejor. La desaparición de la vía del tren por su soterramiento y la presencia de cruceros ha transformado la ciudad que se muestra ahora mas preparada a recibir al viajero. 

Cádiz es carnaval, es la Habana sin negritos, es recuerdo de nuestro pasado colonial, es gracia, es grastronomía, es playa, es atardecer, es mar y además la mezcla de todo, una pasada. Merece una visita, merece redescubrirla.